Lo siento querido lector:
¡El coaching ontológico “ha muerto”!
Mi más sentido pésame si vienes de lo ontológico, pero con todos mis respetos al coaching conversacional total… porque también provengo de él.
Y lo siento, pero resulta incompatible en los momentos de incertidumbre económicos y empresariales por los que estamos atravesando basados en escenarios de incertidumbre B.A.N.I. (ya sabes… Frágiles, Ansiosos, No Lineales e Impredecibles) como los actuales.
Tiempos caracterizados por lo caótico, lo impredecible y lo incomprensible y que preceden a los relativamente recientes T.U.N.A. (Turbulentos, Inciertos, Novedosos y Ambiguos) aparecidos en pandemia y que la conocida Universidad de Oxford aplica y enseña en su Departamento de Planificación de Escenarios de Mercados.
En resumidas cuentas, continuamos con incertidumbre… Y no sabemos hasta cuando…
¿Qué tiene que ver todo esto con el coaching ontológico?
Te cuento…
Cuando planteas una gestión de cambio en una empresa basada en coaching ontológico (conversacional) necesitas establecer una duración mínima de 6 meses para abordar el proceso con el objeto de garantizar, al menos, un 80% de éxito.
Luego, se necesita un año mínimo para recuperar la inversión una vez que haya finalizado el proceso, para medir los KPI´s y que el cambio haya quedado implementado con un 100% de eficacia.
Ante este planteamiento, el CEO de turno se lo piensa y acaba declinando tu propuesta…
¿Por qué?
No es por error en el planteamiento, que puede estar muy bien, pues dependiendo de la envergadura y complejidad de la empresa puede llevar hasta más tiempo, si se quiere hacer con un porcentaje de éxito mayor.
No es porque haya problema con el ROI o los KPI´s o la implementación en la organización.
¡No!
Es porque el Coaching Ontológico requiere de TIEMPO.
Los escenarios caóticos, impredecibles e incomprensibles que tiene que enfrentar ese CEO en estos momentos se lo impiden. Tiene la necesidad de tomar decisiones, las mejores decisiones, y si pueden ser acertadas MEJOR ¡y en casi tiempo real!
¿Te imaginas donde te puede mandar si empezamos con “charlitas”?
Antes, los procesos eficientes basados en la experiencia era lo que requería la empresa para minimizar costes y sacar el máximo rendimiento.
Ahora, la necesidad ha cambiado y la empresa que quiera continuar con su Visión y Misión ha de mirar en términos de EFICACIA, es decir, detectar lo que una situación determinada requiere en términos de pensar, relación y tarea.
Según palabras del profesor de Harvard W. J. Reddin (y le añado de mi cosecha): EN TIEMPO PRESENTE.
Entonces, ¿dónde está la clave para lograr esa eficacia en coaching?
Si consigo detectar lo que una situación demanda y enfoco el plan de acción consiguiente en términos de tarea y relación, se puede decir que el resultado tiene garantía de éxito y habremos aportado valor a los accionistas de la compañía. Y ESO CUENTA POSITIVAMENTE.
Por eso los “FIELES” del Coaching Sistémico-Arquetípico STQ® afirman que es el método de la eficacia. Porque te va a permitir conocer en tiempo real las 3 variables inconscientes (cognitiva, volitiva y relacional) que se manifiestan como problemas en la actividad natural de la empresa, aumentando el rendimiento personal y el de los equipos, dando solución a posibles conflictos y permitiendo realizar un plan de acción que englobe el “QUÉ, QUIEN Y CÓMO”, orientando el comportamiento de los Coachees a realizar acciones en términos de tarea y relación que aporten valor a la compañía.
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